Cambios Para Venezuela!!! Si Se Puede!!!

sábado, 12 de marzo de 2011

Terremoto en Japón - Tsunami Japan

1 comentario:

  1. Así habla Dios a Venezuela: “¡Ay Venezuela! Cómo lloras tu despojo, cómo se han movido tus montañas y valles, cómo la gran montaña se sacudió y cómo se bajan los cerros y cómo el mar abre su gran boca para tragarse con brutalidad tu Perla y tus ciudades. Tu luto es en gran manera llorado por muchas naciones, tus pequeños son llevados lejos del seno de la que lo amamantaba; tus ciudades han sido desoladas; la destrucción repentina destruyó tus fuentes de energía; tus fuentes de alimentos y graneros ya no están más; Y buscarás con desesperación tus fuentes de aguas, pero las encontrarás destruidas, contaminadas o secas y llorarás junto a ellas como mujer que pierde a sus hijos.

    ¡Ay Venezuela! Tus jóvenes y tu fuerza de trabajo se volverán carne fresca para los depredadores que saltan del cielo y para las fieras salvajes hambrientas que emergen de los montes y el mar. El fuerte y valiente que desafiaba gigantes será abatido. No habrá quien salve, pues alcé pendón en la nación del norte y los vientos los pongo a su favor, levanto también pabellones en otros países con sed de tu sangre; la madre y la hija independiente se enfrentarán de nuevo en una historia que data de más de 500 años, y la tierra del León querrá sacar provecho; se enfrentará el gigante con el pequeño y yo no estaré con él; confiará el pequeño en sus hermanos y sufrirá su traición como la traición del que resguarda su pellejo; también sus aliados de lejos verán su infortunio, pero su ayuda se confundirá con el estruendo del poder del huracán del norte; no obstante, yo me ensañaré contra ellos y Mi juicio les haré conocer, por cuanto se burlaron de tu desgracia y su placer de verte caída se dejó saber en los cielos; en aquel momento me arrepentiré de pisarte y me volveré contra el gigante y lo haré caer. Entonces, Venezuela, detendré mi ira sobre ti y se apaciguarán los vientos, dejaré de pisar el lagar y te traeré paz y consuelo; me acordaré de tu remanente lo levantaré y le lavaré su sangre y le entregaré la herencia de esta nación; sanaré las heridas de tu tierra, haré que tu llanto se vuelva regocijo como la mujer después que ha dado a luz y tiene a su hijo en sus brazos; retiraré a todos tus predadores y te devolveré completamente tu tierra, caminarás en ella como quién camina sobre plumas finas, haré que los cielos la rieguen y el mar y los ríos produzcan sus peces en abundancia, los campos reverdecerán y la tierra dará su fruto y sus sabanas se llenarán de ganados, abriré nuevas fuentes de energía e industrias y tus riquezas sobreabundarán, yo seré tu Dios y derramaré sobre ti el fuego de mi Espíritu y avivaré tu tierra y levantaré bandera de Victoria y extenderé mi avivamiento y salvación a todas las naciones y vendrán a ver tu esplendor y conocerán que Yo soy el Dios tuyo.”

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